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Publicado em: 29/07/2017 às 12:09
Campaña del BDS pide a cementera mexicana que se retire de Palestina
Edición realizada por Movimiento BDS México
Por Ana Rosa Moreno, Puebla, México, para Desacato.info.
El 9 de julio se lanzó desde Latinoamérica la campaña de #StopCemex dirigida a la empresa mexicana transnacional más grande de la región. ¿Por qué Cemex? Porque la empresa cementera se ha convertido en cómplice de la ocupación y del apartheid Israelí al pagar ingresos y licencias a Tel Aviv para extraer y transportar materiales de construcción de las canteras dentro Cisjordania (territorio ocupado por Israel), además de proveer sus productos al mercado de ese país para la construcción del muro del apartheid, retenes militares y las colonias ilegales.
Esta no es la primera vez que se expone la complicidad de Cemex con el régimen ocupante israelí. En mayo del 2011 The Electronic Intifada documentó vía video la extracción y el transporte ilegal de materiales de construcción desde las canteras de Yatir y Nahal Raba en la Cisjordania ocupada hasta Israel.
Ese mismo año en junio, la compañía aseguradora noruega Kommunal Landspensjonskasse (KLP) decidió excluir de su cartera de inversiones a Cemex y además publicó un informe al cual tuvo acceso la revista mexicana Proceso. En él se señalaba que “Cemex explota recursos en territorios palestinos ocupados por Israel, produciendo cemento y hormigón que se utiliza en la construcción de asentamientos judíos, puestos de control militares y muros de seguridad y el hecho de que Cemex dé trabajo a palestinos en estas canteras no es suficiente para decir que la compañía está explotando recursos de una manera que favorece a la población local. De los beneficios obtenidos, Cemex paga impuestos a las autoridades israelíes y su producción se usa mayoritariamente en el mercado local israelí”.
La aseguradora KLP no dudó en mostrar cómo la empresa Cemex ha contribuido en el mantenimiento de ocupación y apartheid en los Territorios Ocupados y que, además, los recursos extraídos de las canteras palestinas de Cisjordania no se destinan a la población local, sino a la industria israelí. Un ejemplo de ello es el puesto de control militar Hawara, que es un importante punto de control de las Fuerzas de Defensa de Israel en una de las cuatro salidas principales de Nablus y se localiza al sur de la ciudad. Este puesto de control fue construido con cemento de la compañía Israel ReadyMix Industries, filial de Cemex, y obstaculiza el libre tránsito de los automóviles palestinos. Prácticas como estas contribuyen a la prolongación del conflicto.
Otro ejemplo importante es la construcción del muro del apartheid que dificulta el movimiento, aísla y divide a los pueblos, ha ocasionado la pérdida de tierras de cultivo, obstaculiza el acceso a la atención médica en Israel y daña la economía y la demografía de Palestina. La Asamblea General de Naciones Unidas en el 2013 y la Corte Internacional de Justicia (CJI) de la Haya, el 9 de julio de 2004, dictaminaron que la construcción del muro israelí en Cisjordania es ilegal, porque constituye un incumplimiento de las obligaciones contraídas por Israel en virtud del derecho internacional humanitario.
En agosto, el Business & Human Rights Resource Centre en Londres publicó un artículo e invitó a Cemex y a Heidelberg Cement a responder por sus operaciones en el área C en Cisjordania, bajo control militar y civil de Israel. Cemex argumentó que “los asentamientos aprobados por el gobierno de Israel son acordes a la ley porque están en áreas delimitadas en el acuerdo interino entre Israel y la Autoridad Palestina bajo el control y la responsabilidad de Israel hasta que las dos partes lleguen a un acuerdo permanente y que solo puede considerarse ilegal si los asentamientos no son aprobados por Israel”. Sin embargo, Cisjordania no es Israel e ignora la posición de la comunidad internacional que establece que “los asentamientos del gobierno de Israel son incompatibles con la obligación del Estado de Israel bajo el Artículo 49, párrafo 6, del Cuarto Convenio de Ginebra, de no trasladar una parte de su población civil a los Territorios Ocupados de Palestina”.
Declara Adri Nierwhof, abogada especializada en derechos humanos y autora de numerosos análisis sobre las actividades de Cemex, que “el material de construcción extraído es usado en beneficio de Israel sin ningún permiso de los palestinos”
La campaña #StopCemex, que actualmente se lleva, pone en duda una vez más las operaciones de Cemex con el país ocupante. No hay que olvidar que la empresa mexicana fue seleccionada en el 2014 para ser incluida en el Pacto Mundial de Naciones Unidas, cuyos valores están basados en el compromiso con la sostenibilidad y prácticas de negocio responsables. Muy contradictorio.
Cemex ya no mantiene operaciones en las canteras palestinas, pero aún tiene desde el 2005 plantas de producción en al menos tres colonias de Cisjordania: Mevo Horon, Atarot y Mishor Edomim y, haciendo caso omiso a las demandas del 2011, sigue vendiendo su cemento para la construcción de las colonias Israelíes.
Una carta escrita y apoyada por diversos grupos latinoamericanos propalestinos afines al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS), con el respaldo de 200 organizaciones de Derechos Humanos y personalidades de América Latina, Estados Unidos y Europa, pide a Cemex que termine sus operaciones con el país ocupante. También se han realizado actividades para informar a la población sobre la complicidad de la empresa Cemex con el mantenimiento de la ocupación y el apartheid en Palestina. De hecho, #StopCemex es la primera campaña de BDS salida de América Latina.
En la república mexicana, el municipio de Apaxco de Ocampo en el estado de México, realizó por primera vez el foro informativo sobre incineración en esta localidad, donde se dieron cita habitantes de la comunidad interesados en conocer sobre la temática que envuelve a Holcim como principal contaminante del municipio y aprovecharon el encuentro para dar a conocer la campaña #StopCemex.